lunes, 6 de julio de 2009

Delincuencia Juvenil: Un problema inquietante y creciente

Cesar Ortiz Anderson nos muestra el cuadro actual del pandillaje y la violencia juvenil en Lima
En el Perú, el fenómeno empezó como barras bravas en los diversos estadios del país; jóvenes que realizaban violencia pintarrajeados o con las caras cubiertas dentro y fuera de estos recintos. A principios de los noventa el accionar del pandillaje juvenil era cada vez más notorio en los Asentamientos Humanos y Zonas Marginales de la ciudad. Rápidamente aparecieron grupos de pandillas en barrios populosos y otros distritos. En la actualidad existen más de 700 pandillas juveniles en todo el país, conformadas en la mayoría de los casos por adolescentes jóvenes cuyas edades fluctúan entre los 13 y 24 años; juntándose en grupos de 20 a más de 100 jóvenes.

Su Modus Operandi es pintarse las caras o cubrirlas con algún trapo; van premunidos de armas punzo cortantes, palos o piedras, incluso algunas pandillas hacen uso de armas de fuego de calibre corto.

Actúan generalmente bajo los efectos del alcohol o algún tipo de drogas y sus días preferidos son los fines de semana donde salen a "guerrear", hacer violencia o delitos en diferentes calles de la ciudad.

Los líderes de estas pandillas vienen de hogares con serios problemas de integración donde la violencia familiar es algo común; además el sentimiento de exclusión en estos líderes y en el resto de los jóvenes que integran las pandillas es común.

El pandillaje no apareció de la noche a la mañana; fue expandiéndose lentamente ante una indiferencia de la Sociedad, indudablemente que la falta de principios, valores y ética que caracterizo al gobierno de la corrupción dejo esparcidas estas semillas.
Será perentorio y urgente comenzar a trabajar el problema del pandillaje en el país.El 70% de la actual delincuencia que inquieta y atemoriza a la población en la mayoría de los distritos es delincuencia juvenil. Por ello propongo un manejo urgente e integral de este problema para evitar la proliferación del mismo. De esta manera se busca la participación del Gobierno Central y Local, las Organizaciones Religiosas, las Universidades, los Centros Laborales y demás Organizaciones Sociales.
Trabajando en coordinación se deberá hallar la justa solución que la ciudadanía ahora reclama, recordando que lo que hagamos o dejemos de hacer en temas de prevención preventiva dependerá la tranquilidad y seguridad de la población.
El autor de esta contribución, Cesar Ortiz Anderson, Presidente de APROSEC. APROSEC, una institución preocupada por el clima de inseguridad ciudadana que viven las ciudades de todo el Perú. El objetivo de APROSEC es fomentar la cultura de la prevención en la ciudadanía.

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