lunes, 6 de julio de 2009

A continuación unas lamentables tragedias por culpa de los pandilleros. Casos de todos los días, breves relatos gracias a frecuencia latina, canal 2.

Ataque de pandilleros deja dos muertos y un herido

Los pandilleros vuelven a sembrar el terror en las calles. Un adolescente fue asesinado y otro joven resultó herido durante un asalto en el Callao. Mientras, en Chorrillos, un grupo de vándalos asaltó a un hombre y lo remataron con una piedra en la cabeza que le destrozó el cráneo.

Tres historias tocadas por la desgracia, la locura y el salvajismo desenfrenado. Tres vidas cegadas por la fatalidad y por asesinos encubiertos con el nombre de pandilleros.

Aníbal Oro Dueñas, de 16 años, fue asesinado la madrugada del domingo de tres disparos en el pecho. Salía de una fiesta cuando de pronto una decena de pandilleros lo atacaron sin razón.

El adolescente fue abandonado en una solitaria esquina mientras se desangraba. Nadie se atrevía a auxiliar al pobre muchacho que lo mataron por robarle un celular y sus zapatillas.

Esa misma noche, a pocos metros de esta tragedia, una historia paralela se escribía en la urbanización Kama, en el Callao. Lita Tarazona llegaba con su hijo Nelson a casa, minutos antes del ataque de estos salvajes.

El destino cruel también envolvió en la desgracia a Nelson, que cruzó por la zona donde los pandilleros han levantado su reinado de terror. Mientras Aníbal moría de tres impactos, Nelson era alcanzado por una bala perdida.

Ahora este muchacho está postrado en una cama de hospital con el colon destrozado. Un diagnóstico incierto y sin los recursos para una pronta recuperación.
Denis Coronado Vega, de 40 años, es otra víctima de los salvajes pandilleros. Estos delincuentes lo asaltaron, lo golpearon, lo apedrearon, lo patearon y lo remataron con una roca en la cabeza que le destrozo el cráneo. Esta vez, sucedió en la avenida Alameda sur, en Chorrillos.

Denis era un ex trabajador de Panamericana Televisión, deportista, un hombre que solía ayudar a muchos y que no se amilanaba ante los pandilleros.

Estas son solo tres historias que diariamente se viven en nuestra conmocionada ciudad, donde el índice de delincuencia está en aumento y la falta de seguridad brilla por su ausencia.

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